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La Máscara. A pasos de la Plaza Aníbal Pinto, este lugar se ha transformado en una de los lugares más concurridos de la noche porteña. Incluso me atrevería a decir que es la mejor disco de Valparaíso.

Día martes 19 de julio del 2011. Una de las noches más heladas del año. Pero eso no fue impedimento para este lugar estuviera lleno desde muy temprano.

Sorpresivamente, Cajitas Rectangulares anuncia fecha un día antes. Acople Records en masa concurrió a presenciarlos.

Pasadas las 11, comienzan a rugir la guitarras de los Cajitas. Eduardo y Guti a todo volumen, Kathy y su hermosa voz calmando la furia de los muchachos y Javier atrás, tratando de pasar piola pero pegándole duro a la batería.

Una tras otra avanzan las canciones al ritmo rectangular: rápido, lento, con furia, pausado, estruendoso, suave. Así son los cajitas. De pronto, se apagan los equipos. Problemas en la electricidad del local. Un par de cambios de enchufes, Eduardo que advierte que la canción no ha terminado, y la retoman desde donde quedaron. Aplausos.

Ocho canciones y se termina el concierto. Para algunos, comienza la fiesta en La Máscara, pero todavía no se dan cuenta que en verdad la fiesta ya terminó y que el resto es sólo un agregado.

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